Ya distintos estudios demostraron que los bufeos descubiertos por Alcide d’Orbigny se encontraban aislados en más de un 90 por ciento. Pero este aislamiento ocurría por cuestiones naturales, ya que debido a las características de la cuenca, que está formada por una serie de cachuelas (barreras rocosas) en el río, las poblaciones de I. boliviensis han vivido históricamente separadas de las de I. geoffrensis. Aunque, ocasionalmente lograban pasar, dando lugar a una hibridación entre ambas especies en la zona de Teotônio.
Sin embargo, ahora, a causa de las dos represas quedaron fragmentados en su totalidad.
Alguien que conoce muy bien sobre la importancia que tiene la conectividad de los hábitats acuáticos en los delfines de río, es el biólogo Paul Van Damme. "Los bufeos necesitan de las migraciones para poder vivir, ellos utilizan diferentes hábitats y zonas para alimentarse, y si no tienen acceso a estas zonas tienen muy poca probabilidad de sobrevivir", nos comentó.
Van Damme, quien dirige la organización no gubernamental Faunagua, la que trabaja en la gestión y conservación de los recursos hidrobiológicos con sede en Cochabamba, Bolivia, indica que las hidroeléctricas están asociadas con tres impactos principales sobre la fauna acuática: la fragmentación de poblaciones, el cambio de hábitat, y alteraciones en la dieta de las especies.
¿Y qué distancia recorren estos rosáceos mamíferos acuáticos? Bueno, de acuerdo con el biólogo, quien es investigador de la fauna acuática y tiene un doctorado en biología marina de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, los bufeos se mueven más de 300 kilómetros, pasando por áreas protegidas, humedales de importancia internacional (sitios RAMSAR) y diferentes ríos.
Siguiendo sus recorridos, estos delfines se deslizan incluso en medio de los troncos de la vegetación sumergida en las aguas turbias, mientras cazan peces entre los árboles, algo que logran hacer gracias a la emisión de ultrasonidos que producen una ecografía tridimensional de su mundo subacuático. Es así, que la interrupción de estos movimientos no es una opción para estos animales. Ya que Van Damme expresó que:
"Nos dimos cuenta, con estudios de telemetría y transmisión satelital, que los bufeos (Inia boliviensis), necesitan tener este movimiento, y dependen mucho de la conectividad entre las lagunas y ríos, entonces al romperse esta conectividad, para una familia de bufeos puede ser mortal".
Los peligros que sufren las poblaciones de "delfines de agua dulce del Amazonas", ya han sido alertados desde 2018, por la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Ya que, según una serie de investigaciones de referencia, estos animales están en declive, y una de las razones sería la grave fragmentación de los ambientes en los que viven, causando una desconexión entre las poblaciones.
Van Damme detalló que el segundo impacto de las represas es el cambio de los hábitats acuáticos. "Cambian los caudales y las velocidades del agua de forma significativa, entonces para los bufeos que dependen de estos hábitats, esto puede ser un factor drástico."
Y como tercer impacto, indicó que las represas alteran la abundancia del alimento de los delfines de río. Cuya dieta está conformada entre un 80 y 100 por ciento de peces migratorios de pequeño y mediano porte, los que disminuyen considerablemente a causa de las hidroeléctricas.
De igual manera, el biólogo argumentó que la construcción de una represa tiene un impacto directo sobre los peces migratorios. Pero al construirse una segunda o tercera represa se produce un impacto acumulativo, que puede llegar a ser hasta 20 veces más perjudicial, esto debido al efecto sinérgico o acumulativo de las represas.
Precisamente, un estudio en el que participaron él y otros investigadores, realizado en el río Ichilo, una cabecera de cuenca amazónica del río Mamoré (Bolivia), que es tributario del Madeira, exploró más sobre el impacto en cascada que vienen produciendo las represas Jirau y Santo Antonio al interrumpir la ruta de migración del bagre dorado (Brachyplatystoma rousseauxii), considerado por los ictiólogos como un pez excepcional, que realiza las migraciones más importantes del mundo en agua dulce.
Una de las investigadoras de este estudio fue Carolina R. Da Costa Doria, de la Universidad Federal de Rondônia (UNIR), quien afirmó que los investigadores sienten que "sus manos están atadas". "A pesar de todos los estudios que publicamos y de los problemas que informamos al Ibama, no conseguimos ninguna acción".